Modo Oscuro

Ruta de los Oficios


¡Ven y Disfruta del Recorrido!

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El Violinista
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¡Adiós, Cordera!
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La Torera
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El Diestro
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La Bailarina
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La Guisandera
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La Gitana
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La Lechera
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El Vendedor de Pescado
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La Pescadera
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Vendedoras del Fontán
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El Violinista
La guisandera
El vendedor de pescado
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La Bailarina
La gitana
El Diestro
La lechera
La Torera
La pescadera
Vendedoras del Fontán
¡Adiós Cordera!
El Diestro

¡DISFRUTA DE OVIEDO!

La vida burguesa y la vida tradicional convergen en Oviedo desde mediados del siglo XIX. Durante décadas, la ciudad fue el escenario en el que músicos, ganaderos, artistas y artesanos compartían protagonismo en un perfecto equilibrio. A través de esa ruta te invitamos a conocer todos los oficios presentes en aquellos años y que han quedado inmortalizados en forma de esculturas.




Ruta de las
Mujeres

En torno a 150 esculturas habitan las calles de Oviedo, aunque solo 9 de ellas han sido creadas por manos femeninas. No obstante, son muchas las mujeres que aparecen representadas en ellas, como madres, como musas o como trabajadoras de los estamentos más bajos de la sociedad. En esta ruta puedes conocer la historia de las mujeres, sus formas de vida y su esencia sin recurrir a la mirada tradicionalmente masculina.

Ruta
Literaria

La heroica ciudad dormía la siesta mientras la antigua Vetusta descansa. Te invitamos a reccorer sus calles a través de su RUTA LITERARIA. Conoce a personajes como Ana Ozores (La Regenta) o la internacional Mafalda, descubre la vida y obra de los autores más importantes y encuentra a la joven universitaria que jamás se separa de sus libros en esta ruta literaria.

Ruta
Personalidades

Ruta
Personalidades

Seguramente los nombres de Woody Allen o Leopoldo Alas Clarín te resulten familiares, pero ¿quién fue José Tartiere? Y ¿qué institución fundó Fernando Valdés Salas? En esta ruta conocerás las figuras más relevantes de la historia y de otras partes del mundo, que, por un motivo u otro, han dejado huella en nuestra ciudad.




Ruta Oficios: Esculturas



Ruta Oficios



1. El Violinista (Mauro Álvarez, 1997)

Hecha de bronce, esta obra del artista y escultor Mauro Álvarez se encuentra ubicada junto a la entrada principal del Auditorio Príncipe Felipe. Se trata de un homenaje a la música protagonizada por un virtuoso violinista. La concentración expresada en su rostro refleja un realismo único.

Su autor ha sido siete veces Primer Premio del Certamen Provincial de Arte y ha participado en multitud de ferias nacionales e internacionales. Asimismo, realizó una gran labor como restaurador habitual en el Museo de Bellas Artes de Oviedo.

El Violinista




2. ¡Adiós, Cordera! (Manuel García Linares, 2002)

Esta escultura hecha en bronce es obra de Manuel García Linares y fue encargada a principios del siglo XXI para presidir la Plaza General Ordoñez, aunque en el año 2019 fue trasladada al Parque de San Francisco, en el centro del casco urbano de Oviedo, donde permanece desde entonces.

Se trata de un conjunto formado por las figuras de Pinín y Rosa, dos hermanos mellizos protagonistas de la obra literaria homónima de Leopoldo Alas «Clarín». Los niños viven en el prado de Somonte junto a su padre y la vaca Cordera, de quien depende el sustento de toda la familia. Su situación económica obliga al padre a tener que vender a la Cordera, que representa el amor materno para los pequeños y los ahorros de toda una vida para el padre. Esta escultura representa el momento de esa entrañable despedida.

De acuerdo con el relato de Clarín, años después, durante la Guerra Carlista, Pinín fue reclutado como quinto en el conflicto. De esta manera el escritor trata de equiparar las clases sociales bajas con el ganado, pues ambos son consumidos en beneficio del progreso de las clases altas.

¡Adiós, Cordera!




3. La Torera (Mauro Álvarez, 2002)

Esta pieza de bronce, obra de Mauro Álvarez Fernández, está datada del año 2002. La estatua, de estilo realista y tamaño natural, es un homenaje a Josefa Carril, una popular fotógrafa que vivía en la capital y trabajaba junto con su marido, Antonio Hernández, fotografiando en el Parque de San Francisco a la clase burguesa de la época, en el mismo lugar donde se encuentra el monumento.

El conjunto escultórico lo forman ella y su cámara fotográfica, conocida como cámara “minutera”, y el trípode, del cual cuelga un cubo de agua, una silla y un caballito, el cual hace referencia al caballito de cartón que le servía para mantener distraídos a los niños cuando les realizaba el retrato. El nombre de «torera» le viene por el tipo de calzado que siempre usaba esta fotógrafa, unas «manoletinas».

La Torera




4. El diestro (Miguel Berrocal, 1998)

Esta pieza de bronce es obra de Miguel Berrocal, artista afamado por diseñar la mundialmente conocida estatuilla de los Premios Goya. Esta datada 1972, aunque su instalación se hizo en 1998, exactamente en el cruce de cinco calles peatonales (Palacio Valdés, Milicias Nacionales, Pelayo, Progreso y Posada Herrera), los que le proporciona una excelente visibilidad desde diferentes ángulos.

Representa el torso de un torero sobre un pedestal de mármol y forma parte de una serie dedicada al mundo taurino. Sorprende el volumen logrado para la pieza, las formas exageradamente redondeadas, la exquisita pulimentación del material y la rotundidad de los acabados.

El diestro




5. La bailarina (Santiago de Santiago, 2011)

La escultura, hecha en bronce pulido, es obra de Santiago de Santiago, y está datada en 2011. El autor no cobró nada por la realización de esta obra al Ayuntamiento de Oviedo, a quien la donó, sufragando el ayuntamiento únicamente el coste de la fundición, aproximadamente unos treinta mil euros. Se trata de una escultura apoyada sobre una peana, en la que se ve una mujer ejecutando un paso de danza.

La bailarina




6. La Guisandera (María Luisa Sánchez-Ocaña, 2000)

La guisandera es una obra hecha en bronce que da reconocimiento a todas las madres, a las que se les homenajea por su labor silenciosa, paciente, tanto como amas de casa, como en trabajos realizados en mesones, posadas, casas de comidas y sidrerías.

La composición representa a una mujer entre fogones y a una niña que mira atenta sus indicaciones y consejos. Las figuras están situadas a ras de suelo de la Calle Gascona, creando la cercanía que estas mujeres proporcionaban a todos los miembros de sus hogares y con los que trabajaban. Su artista María Luisa Sánchez-Ocaña supo darle a esta obra un aspecto que inspira el sosiego y la tranquilidad que escapa de las prisas habituales.

La guisandera




7. La Gitana (Sebastián Miranda, 2005)

Esta escultura de bronce, obra de Sebastián Miranda y datada en 2005, se trata de una copia moderna, de tamaño mayor que la original. Se llevó a cabo tras la muerte del escultor, a petición de la asociación de sidrerías de la Calle Gascona. En ella se puede observar a una mujer gitana llevando una cesta y hace hincapié en la sociedad gitana y su forma de vida.

Sebastián Miranda es considerado tradicionalmente como un escultor anecdótico y diletante. Tras su viaje a París se inició en la escultura, actividad en la que continuaría trabajando el resto de su vida. Modeló figuras de pequeño formato que retratan casi un siglo de la historia de España y que evolucionaron desde la estética posmodernista, hacia el expresionismo, Art Decó y clasicismo de posguerra.

La gitana




8. La Lechera (Manuel García Linares, 1996)

Esta estatua realizada en bronce y localizada en la plaza Trascorrales, es obra del autor Manuel García Linares. El año de instalación fue 1996.

Esta obra rinde homenaje a las mujeres que hasta los años setenta del siglo XX llegaban con sus burros para distribuir la leche en el casco urbano de Oviedo. Esta escultura se ha colocado en el suelo, logrando la cercanía y familiaridad que se pretendía.

La composición es sencilla, una aldeana vestida a la antigua usanza, con un cazo en la mano y rodeada de cachorros; a su vera, una burra, cargada con pesados bidones y con las patas delanteras atadas, se agacha cansada para saciar la sed en un cubo.

La lechera




9. El vendedor de pescado (José Antonio García Prieto "Llonguera", 1996)

Esta escultura situada en la Plaza de Trascorrales es obra del escultor mierense José Antonio García Prieto. Reproduce, como su propio nombre indica, a un típico vendedor de pescado. La escultura está compuesta por la figura de un hombre en cuclillas, situado junto a una caja de forma rectangular en cuyo interior puede observarse la figura de diferentes pescados.

La composición evoca a los típicos vendedores que debieron situarse en las lonjas y plazas de mercados como la que albergó el edificio de Trascorrales, antiguo mercado cubierto del pescado, cuya construcción terminó en 1866, y que hoy en día sirve como centro cultural municipal o sala de exposiciones.

El vendedor de pescado




10. La pescadera (Sebastián Miranda, 2005)

La escultura urbana conocida por el nombre Pescadera, está ubicada en la plaza Trascorrales. La obra es de Sebastián Miranda, y está datada su inauguración en 2005. Es una reproducción, en bronce fundido a la cera perdida, de una obra de menor tamaño de una de las diez esculturas que conformaban un lote del autor adquirido por el Ayuntamiento de Oviedo.

La obra está dedicada a Saturnina Requejo, «la Cachucha», una mujer de Cimadevilla que aparece también en el «Retablo del Mar» obra igualmente de Sebastián Miranda, que se encuentra en el Museo Casa Natal de Jovellanos en Gijón.

La  pescadera




11. Vendedoras del Fontán (Amado González Hevia “Favila”, 1996)

La escultura se encuentra en la plaza de Daoiz y Velarde, anexa a la plaza del Fontán, en pleno corazón del casco antiguo de Oviedo, en la que se celebra el mercadillo y el mercado de las flores. Se trata de una obra de Amado González Hevia conocido como «Favila» y data de 1996.

Esta plaza fue sede durante los dos últimos siglos de un mercado en el que se ofrecía lo mejor de la huerta, la ganadería y la artesanía asturiana todos los jueves y sábados.

El conjunto escultórico en bronce presenta a dos vendedoras tradicionales de cantería. Para realizar la obra el escultor recurrió a una fotografía antigua de Adolfo López Armán, fotógrafo y pintor español, que desarrolló su profesión en el Principado de Asturias a partir de la década de los años treinta. La escultura refleja la clásica estampa de mujeres que subían desde Faro a Oviedo para vender recipientes de barro realizados en la alfarería familiar. En la foto original la anciana sentada estaba fumando, detalle que cambió el escultor y sustituyó colocando una vasija en sus manos.

Vendedoras del Fontán
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